domingo, 14 de junio de 2015

Comer, comer

                                                                    NEW YORK

Hay miles de cosas maravillosas en New York, el abanico es infinito. Pero si algo supera con creces todo lo demás es la amplitud de posibilidades culinarias. Hay tantas culturas conviviendo en esta ciudad, que la oferta gastronómica es ilimitada.

Por eso, siempre que vengo intento conocer los sitios de moda, pero no dejo de visitar mis dos santuarios. Uno es el steak house  “Gallaghers, uno de los mejores de su categoría desde 1927. Su peculiar carta de presentación es su escaparate.


Sí, lo habéis visto bien, su reclamo es su nevera, donde almacenan durante semanas las piezas, previamente cortadas. Esperan a que se seque por completo, eliminando cualquier tipo de residuo del animal (léase adrenalina, sangre o fluidos en general). Esto, además de la calidad de las reses, hace que la carne esté en su punto. Se funde en tu boca, con un sabor como jamás habías conocido.

                                                                           
                                                 
                                                                   

Llegué un poco tarde para hacer una foto a mi plato completo, estaba demasiado hambrienta y cansada. Cuando me quise dar cuenta, solo quedaban la guarnición.


Mi otro santuario no es otro que Dean & Deluca, en Broadway. Lo conocí, por supuesto, gracias a Woody Allen. Este es su barrio, pero todavía no he tenido el placer de cruzármelo, a Woody quiero decir, aunque no pierdo la esperanza.


¡Me encanta su puesta en escena! No he conocido un lugar como este, su decoración atemporalmente clásica, junto con la presentación, hacen imposible que no compres algo. Además, la oferta de productos de todo el mundo al alcance de tu mano, sin tener que recorrerte media ciudad para encontrarlos, me mata de envidia.






                                                                       


                                                                               

¡Hasta encontramos producto made in Spain!



Así que la frustración de no poderme llevar unos “ají habaneros” o unas “papas peruanas” la mitigo con unas almendras ahumadas o algún utensilio para la cocina.



Siempre me ocurre igual, encuentras tantas cosas maravillosas que no puedes llevarte, por conservación o por tamaño, que es realmente frustrante. ¡¡¡Cachisssss!!!

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