domingo, 9 de octubre de 2016

Vendimia´16




Después de recargar pilas y disfrutar de unos días de descanso, se acercaba la hora de que Moly se pusiera a la faena con el blog. Y qué mejor forma de comenzar que con la nueva vendimia.



De nuevo regresamos a la bodega y después del maravilloso trayecto de llegada, organizamos todo para empezar muy temprano.



Gracias al estupendo equipo que tenemos, el trabajo resulta sencillo. Son gente experimentada, que lleva toda la vida entre viñas y saben bien como hacer las cosas. Todo lo que sé lo he aprendido de ellos.



Este año la vendimia se retrasó a causa de lo tarde que llegó el calor a la Toscana. En todos los años que llevamos en el mundo del vino, siempre hay sorpresas. Son muchos los factores a tener en cuenta y cada vendimia es distinta. Esto hace que cada una de ellas resulte apasionante.



En cuanto las uvas están en su punto, se da la señal para comenzar. Sincronizamos nuestros movimientos para minimizar el tiempo en el que la uva llegue de la cepa al depósito.



Los vendimiadores son los primeros en comenzar, cortando y cortando hasta llenar las cajas con delicadeza. 









De la viña al remolque y de éste a la bodega. 



Es allí donde la estamos esperando para hacer la última y definitiva selección de lo que será nuestro Brunello PININO 2016.



Pasan los días entre concentración y trabajo duro, dolores de espalda y cansancio. 







Pero la ilusión que se produce al llegar la última caja a la bodega, hace estallar la euforia, la alegría y las bromas. 



La tensión acumulada da paso a la satisfacción tras un buen trabajo.



Ahora empieza la faena en la bodega, comienzan las fermentaciones. 



Los aromas se entremezclan, de frutas a levaduras, de levaduras a carbónicos. Seleccionando qué mostos mezclaremos para conseguir la mejor selección, el brunello definitivo. La última palabra la tienes TÚ.

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